La importancia de conocer el ADN de los alimentos

INNOLIVA considera imprescindible que se respeten las normas de etiquetado y anima al consumidor a ser más exigente

Madrid, 9 de Junio de 2016.

Los expertos señalan a la Dieta Mediterránea como el patrón alimentario que, acompañado de ejercicio físico, puede servirnos de guía para llevar un estilo de vida saludable. Sin embargo, todavía existe una importante barrera entre los consumidores y los alimentos: el etiquetado. A pesar de los esfuerzos, la información sobre el producto consumido no es del todo clara. Pero, ¿dónde está el problema? ¿Falta de información o falta de conocimiento?

El etiquetado es obligatorio para todos los productos alimenticios destinados a ser entregados sin posterior transformación al consumidor final y deben “no inducir a error al comprador respecto a las características del alimento”, según apunta el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. De hecho, uno de los objetivos principales del etiquetado es garantizar la información al consumidor, así como la protección “contra prácticas abusivas y facilitar la elección adecuada de los alimentos”. Además, pretende asegurar “la lealtad de las transacciones comerciales”.

Por norma general, dicha información debe contener la denominación del alimento, la lista de ingredientes, referencia a determinadas sustancias o productos causantes de alergias o intolerancias, cantidades de los ingredientes destacados en el etiquetado, cantidad neta del alimento, fecha de duración mínima o de caducidad, identificación de la empresa, país de origen o lugar de procedencia, indicaciones sobre las condiciones especiales de conservación y utilización, el modo de empleo, el lote y la información nutricional. Pero no basta con dar estos datos, sino que la normativa establece que la información resulte “fácilmente comprensible”, aparezca en un “lugar destacado”, sea “fácilmente visible, claramente legible e indeleble” y que, además, no sea “disimulada por otras indicaciones o imágenes”.

En el caso del aceite de oliva, por ejemplo, el Consejo Oleícola Internacional determina que los envases que se vendan directamente al comprador deben contar con el nombre del producto, donde se debe especificar el tipo de denominación específica del producto, el contenido neto, el nombre y la dirección del fabricante, el país de procedencia, la indicación y denominación de origen y la identificación de los lotes. En caso de que sea a granel, el producto deberá contener el nombre, el contenido neto, el nombre y la dirección del distribuidor y el país de origen, así como una aclaración sobre la categoría del aceite.

Muchos requisitos que los consumidores ni siquiera saben que tienen derecho a reclamar y, entre ellos, la condición de que resulte “fácilmente comprensible”, que no termina de ser una realidad. ¿De quién es la culpa? Para INNOLIVA, como en casi todos los casos, la responsabilidad es compartida. Mientras que los consumidores reclaman información más clara y comprensible, los productores apuestan por más formación.

INNOLIVA, que cumple rigorosamente con la normativa sobre etiquetado, considera fundamental el fomento de la educación alimentaria y aconseja a los consumidores que, a la hora de consumir cualquier producto, se fijen sobre todo en la tabla de información nutricional, que es determinante para saber la cantidad de calorías, grasas, azúcar y sal que tiene el producto y, en el caso del aceite, resulta además fundamental la indicación sobre qué tipo de zumo de aceituna estamos adquiriendo.
“Debemos seguir trabajando para que el correcto etiquetado sea una práctica extendida”, insisten también desde la empresa navarra.

Por este motivo, INNOLIVA pide a las instituciones pertinentes que tiendan la mano a los consumidores y les proporcionen más información al respecto, mientras que a los productores les exige que cumplan con la normativa, también en lo referente a la “claridad”. Asimismo, recomienda a los consumidores que otorguen a una práctica tan sencilla como es leer las etiquetas de los productos la importancia que posee porque, al final, ellos serán los únicos favorecidos o perjudicados.

Acerca de Innoliva

La empresa, que asienta su oficina central en Pamplona (España), es propietaria de más de 5.000 hectáreas de olivar de riego, ubicadas en España y Portugal, donde el clima mediterráneo otorga al olivo el entorno idóneo para el desarrollo y maduración del fruto; y favorece la obtención de Aceites de Oliva Extra Vírgenes de excelentes cualidades sensoriales.

Con su sistema de producción, garantizan la trazabilidad integral de todo el proceso: desde el olivo hasta el cliente final.

Elaboran en frío su Aceite de Oliva Virgen Extra en el menor tiempo posible desde la entrada de la aceituna en la almazara. Y cuidan del aceite ya producido para mantener sus excelentes cualidades sensoriales y saludables el mayor tiempo posible.

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